* El siguiente texto era empleado por F. C. Bartlett en su trabajo de investigación experimental sobre la memoria humana a comienzos del siglo XX y es una maravillosa muestra de su metodología. La historia que vas a leer refleja aspectos de la cultura primitiva canadiense pero ha sido alterada deliberadamente previa presentación a sujetos occidentales poco o nada familiarizados con este tipo de historias.
En primer lugar podeís leer la historia «La guerra de los fantasmas». A continuación están registradas las declaraciones o recuerdos de un sujeto al día siguiente y dos años y medio después. Si quieres puedes esperar a leerlas y comprobar por ti mismo que es lo que recuerdas la mañana siguiente.
LA GUERRA DE LOS FANTAMAS, Bartlett (1932).
Una noche, dos jóvenes de Egulac bajaron al rio a cazar focas. Estando allí se encontraron envueltos por la niebla y el silencio. Entonces oyeron gritos de guera y pensaron: “Puede que se preparen para la guerra”. Se marcharon a la orilla y se escondieron detrás de un tronco. Aparecieron las canoas, escucharon los ruidos de los remos y comprobaron que una se dirigía hacia ellos. Los cinco hombres que venían en la canoa les dijeron: “ ¿Qué pensaís?. Deseamos que vengais con nosotros. Vamos a remontar el río para luchar contra la gente.”
Uno de los jóvenes dijo: “ No tengo flechas”.
El dijo: “ Las flechas están en la canoa”.
“Yo no iré, me pueden matar. Mi familia no sabe dónde he ido. “Pero tú”, volviendo al otro “puedes ir con ellos”.
Así que uno de los hombres se fue con ellos y el otro volvió a casa. Y los guerreos remontaron el río hasta una ciudad al otro lado del Kalama. La gente bajó al río y empezaron a luchar. Muchos murieron. En ese momento, el joven oyó a uno de los guerreros que decía: “Deprisa, vamos a casa; ese indio ha sido golpeado”. Entonces pensó: “Oh, son fantasmas”. No se sentía mal pero decían que le habían disparado.
Así que las canoas regresaron a Egulac, y el joven regresó a casa y encendió el fuego. Y dijo a todo el mundo: “ Escucharme, acompañe a los fantasmas y fuimos a luchar. Muchos de nuestros compañeros muerieron y muchos de nuestros atacantes también. Dijeron que fui golpeado pero no me siento mal”. Se lo contó a todos. Después calló. Al amanecer se desmayó. De su boca salió algo negro. Su cara se contorsonió. La gene saltó y lloró. Estaba muerto.
» Recuerdo recogido a uno de los participantes al día siguiente
“Dos hombres de Edulac fueron a pescar. Mientras estaban preocupados en el río oyeron un ruido en la distancia. Suena como un grito, dijo uno de ellos y en aquel momento aparecieron algunas canoas que les invitaron a que se unieran a ellos en sus aventuras. Uno de los jóvenes no quiso ir por lazos familiares pero el otro se fue con ellos. Pero no hay flechas, dijo.
Las flechas están en el bote, respondió. Él les siguió mientras su amigo regresó a casa. El grupo remó río arriba hasta Koloma, y empezaron a desembarcar en las orillas del río. El enemigo lLegó corriendo tras ellos, y siguió una gran pelea. En aquel momento alguien resultó herido, y se oyó el grito de que los enemigos eran fantasmas.
El grupo volvió río abajo, y el joven llegó a su casa contento de su experiencia. A la mañana siguiente, al amanecer, volvió a contar sus aventuras. Mientras hablaba algo negro salió de boca. De repente dió un grito y cayó. Sus amigos le rodearon. Pero estaba muerto”
» Recuerdo recogido a uno de los particpantes 2 años y medio más tarde
“Algunos guerreros fueron a luchar contra los fantasmas. Lucharon todo el día y uno de los suyos resulto herido. Volvieron a casa al atardecer llevando a su camarada enfermo. Al final del día empeoró rápidamente y los paisanos le rodearon. Al ponerse el sol algo negro salió de su boca. Estaba muerto”.
(Traducción del texto original, S. Ballesteros, 2010)
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Después de 10 años de estudio Bartlett localizó numerosos sesgos de la memoria, muy habituales en las personas al tratar de recordar un texto incoherente y lleno de contradicciones . Lo más importante:
Errores de comisión: añadir partes a la historia para que parezca más verosimil.
Errores de omisión: eliminar partes del texto que no encajan con las creencias o normas sociales.
Transformaciones: cambiar aspectos de la historia para darles un sentido coherente o hacerlos compatibles con lo que se espera de ellos.
Un comentario en “«La Guerra de los Fantasmas»”